martes, 31 de enero de 2012

BATMAN Y ROBIN DESTROZAN EL BATMOVIL CONTRA UNA PARED

El hombre murciélago duplicaba la tasa de alcohol en el momento del accidente
Agencias.
Batman y su compañero Robin han salido ilesos del accidente que sufrieron la pasada madrugada. El peor parado fue su coche, el famoso Batmovil. El vehículo ha quedado para la chatarra después del brutal impacto que sufrió contra una pared. "Siniestro total", apuntan desde la compañía aseguradora del hombre murciélago. El súper héroe y su copilato duplicaban la tasa de alcohol en sangre según recogen las pruebas practicadas por los agentes de la policía que se personaron en el lugar de los hechos.

"No se tenían en pie". Así de tajante y explícito se muestra el Inspector Gadget a la hora de describir el estado en el que se encontraban los super héroes minutos después del accidente. "Estaban completamente bebidos. No me extraña en abosluto que estamparan el coche de esta manera. Y gracias que no se llevaron a nadie por delante", asegura Gadget, que fue el primer agente policial que se personó en el lugar de los hechos después de que varios vecinos dieran el aviso mediante llamadas telefónicas.

"Al parecer, el Batmovil circulaba a gran velocidad y haciendo 'eses' por la vía pública. Batman perdió el control de su vehículo y se pegó un hostiazo de escándalo contra la pared de un edificio cuyos cimientos temblaron como gelatina a causa del fuerte impacto", relata el Agente Matute, que fue el encargado de llevar a cabo el atestado policial. "Por lo visto, los airbags de serie funcionaron correctamente salvando la vida de los dos ocupantes del Batmovil", añade Matute. Según las pesquisas recogidas, tanto Batman como Robin consiguieron evadirse de los amasijos de su coche por su propio pie. Con dificultades, pero por su propio pie. "A ver, es lógico que después de un impacto tan salvaje los accidentados se encuentren aturdidos. Pero claro, es que además de eso, los dos llevaban un 'pedal' de campeonato", aclara el Agente Matute.

Borrachos como cubas
Los vecinos, alertados por el fuerte estruendo provocado por la colisión del Batmovil contra la pared, se asomaron a sus ventanas asustados y vieron, tal y como recogen numerosos testimonios, que Batman y Robin no eran capaces de mantenerse en pie. "Los dos se cayeron al suelo. El de la capa oscura empezó a reirse escandalosamente mientras que el otro, el más joven, comenzó a vomitar", declara una señora. "Estaban completamente borrachos. ¡Qué vergüenza!", añade otra mujer indignada.

Cuando la policía llegó al lugar del accidente, y tras comprobar que no había víctimas, se procedió a realizar las pertinentes pruebas de alcoholemia a los dos personajes. "Joder, vaya cogorza llevaban. Batman, que era el que conducía, duplicaba la tasa de alcohol permitida y Robin bordeaba el coma etílico", afirma el Inspector Gadget. "Cuando le coloqué la boquilla del medidor en la boca, Robin soltó una arcada tremenda y echó la pota. Casi me riega, el hijoputa", detalla Matute. "Sí, la verdad es que el test de alcoholemia fue todo un espectáculo", añade Gadget. "Ordené a Batman que caminara unos metros en línea recta sin mirar al suelo. Pero qué va. Ni mirando al suelo ni sin mirar. No era capaz de dar dos pasos seguidos. Se caía al suelo mientras canturreaba rancheras y corridos mexicanos. En una de esas ya no se levantó y también comenzó a vomitar", relata el Inspector. El veredicto final del informe redactado por el Agente Matute no podía ser más elocuente. "Borrachos como cubas". Así de claro.

Según ha podido saber 'Hay que estar al Loro', Batman y Robin pasaron el morón que llevaban en comisaria y aún están de resaca. Los análisis que se les practicó a los dos justicieros revelan que habían ingerido grandes cantidades de alcohol durante las horas previas a la colisión del Batmovil. "Se les fue un poco la mano con las copas", apunta Matute. "Whisky, aguardiente, orujo, cerveza, vino Don Simón... Habían pimplado de todo", comenta el policía.

Y es que, con la bebida, amigos, Hay que estar al Loro.