miércoles, 1 de enero de 2014

SE ATRAGANTA DURANTE LAS DOCE CAMPANADAS

El muy burro tomaba manzanas en lugar de uvas

El Boss.
Un bruto, porque no se le puede llamar de otra manera, tuvo que ser hospitalizado durante la pasada madrugada aquejado de un descomunal atragantamiento que casi se lo lleva por delante. El paciente, que fue trasladado a un centro sanitario en ambulancia, no tuvo mejor idea que celebrar las Campanadas de la Nochevieja tomándose manzanas en lugar de uvas. El muy idiota no llegó a la octava campanada. "Se puso morado por segundos y hacía gestos evidentes de asfixia", comenta su pareja, afectada aún por el terrible susto.

Según ha podido saber 'Hay que estar al Loro', hubo una apuesta de por medio. El protagonista de esta rocambolesca historia se pasó la cena previa a la medianoche de ayer, 31 de diciembre, discutiendo con su cuñado. No se deben de llevar muy bien. "Se pasaron la cena picándose el uno al otro", admite un familiar que no ha querido identificarse. Al parecer, el afectado aseguró a su cuñado que terminaría de comerse las uvas antes que él, a lo que el 'cuñao' respondió que sería él quien terminaría primero "incluso tomándose dos uvas por campanada en lugar de una". Como había que ver quién la tenía "más larga", por así decirlo, el bruto aseguró que dos uvas por campanada no eran nada y que él se tomaría "manzanas" en lugar de uvas. "No tienes cojones", le espetó el cuñado. "Vaya que si los tengo. Y bien grandes y peludos. Y te lo voy a demostrar", respondió en plan macho total.

La apuesta estaba hecha. Llegaron las doce de la noche y con la llegada de las campanadas, el bruto empezó a tragar manzanas. Una campanada, una manzana. Segunda campanada, segunda manzana, engullida a toda velocidad, sin apenas masticar... Tercera campanada... tercera manzana... Ya le costaba un poco más. Cuarta campanada, cuarta manzana que devoró ya con dificultad... Quinta campanada, quinta manzana que se metió en la boca casi a puñetazos porque no cabía ya un alfiler en su cuerpo... Sexta campanada y sexta manzana... Con arcada y todo incluida... Séptima campanada... y séptima manzana... Y ahí se quedó la cosa...

"Empezó a abrir los ojos como si fueran platos, emitía sonidos guturales pero hacía gestos evidentes de que algo no marchaba bien", apunta su compañera sentimental. "Se calló de espaldas al suelo y empezó a patalear señalándose la traquea, que estaba a punto de reventar", añade asustada, la pobrecilla.

Rápidamente llamaron a una ambulancia que llegó al domicilio en el que se produjeron los hechos sorteando cohetes, petardos y toneladas de serpentinas. Cuando llegaron a la casa del bruto, se encontraron al paciente en las últimas, a punto de ahogarse y con el estómago a reventar de tanta comida y tanta manzana. Uno de los sanitarios tomó la determinación de soltar un puñetazo en el vientre del voraz kamikaze para desatascar aquello... "La puta que le parió", recuerda el facultativo. "Parecía un volcán en erupción. Empezaron a salir las manzanas, casi enteras y sin masticar, con restos de turrón, carne, pavo, sopa de pescado, lechuga, dulces, mejillones... El hijoputa se había comido hasta las sobras", relata el sanitario, que logró salvar la vida del paciente. Lo puso todo perdido, pero al menos salvó el pellejo.

El bruto, que por petición expresa de la familia no ha querido ser identificado, fue trasladado al ambulatorio más cercano para que le hiciesen un lavado de estómago en condiciones, fue posteriormente ingresado para comprobar su evolución. Al parecer, se encuentra fuera de peligro pero humillado y consternado por lo sucedido. Vaya manera de empezar 2014. Hay que estar al Loro.