miércoles, 30 de mayo de 2012

BONY Y TIGRETÓN PROTAGONIZAN UNA PELEA

La intervención de La Pantera Rosa evita que la sangre llegue al río

Redacción.
Las mascotas de pastelitos Bony y Tigretón se enzarzaron esta misma tarde en una violenta discusión que llegó a las manos. Por una tontería, quizás por un malentendido. Pero la sarta de hostias que se pegaron fueron de las de meter miedo. A plena luz del día y en medio de la calle. "Creía que se mataban", asegura un testigo todavía impresionado por el espectacular cambio de pareceres entre los simpáticos personajes. Sólo la oportuna intervención de La Pantera Rosa logró impedir que nos quedáramos sin Tigretón y sin Bony.

Según se desprende de los testimonios recogidos minutos después de la pelea, todo comenzó con una chorrada. Como ya se va acercando el verano, Tigretón le comentó a su compañero de pastelito que hacía "mucho calor". Bony le respondió que era cierto y le trasladó al felino que olía "a tigre". Parece ser queel comentario no le hizo mucha gracia al aludido, que pidió explicaciones a su interlocutor con unos modales que quizás no fueron los más adecuados. "¿Qué quieres decir con eso, puto mono?"

Bony, que se estaba comiendo un plátano, arrojó sobre la cara Tigretón la cáscara mientras le volvía a decir que olía "a tigre" y que se pegara "una buena ducha" porque "olía a tigre", volvía a recalcar de nuevo. Tigretón le soltó un puñetazo a Bony que le hizo tambalearse. No se cayó sin embargo, y respondió con una brutal patada voladora a la altura del esternocleidomastoideo de Tigretón, que se quejó de un fuerte dolor antes de lanzarse con la boca abierta y las fauces bien visibles contra Bony. Éste esquivó la mordedura saltando con agilidad y colgándose de una farola. No obstante, Tigretón volvió a lanzar sus colmillos al ataque y enganchó a Bony por un pie. ¡Ah, hijo de la gran puta, qué daño! El grito de Bony se escuchó probablemente hasta en Sebastopol. El dolor hizo que Bony se soltara de la farola y los dos contrincantes cayeron al suelo para formar una bola. "Menudas hostias se pegaban", asegura un ancianito, que trató de separarlos golpeándoles con su cachaba mientras les recriminaba el espectáculo que estaban formando.

El show de La Pantera Rosa
Hasta que no llegó La Pantera Rosa no hubo paz. Se metió en medio del percal como pudo y, no sin antes haberse llevado algún mamporro mal dirigido de los púgiles, consiguió interponerse para evitar que siguiera el reparto de hostias. No lo tuvo fácil. Llevados por la cólera y mientras gruñían, Bony y Tigretón hicieron amago de volverse a zurrar, pero La Pantera Rosa actuó con rapidez y extendió sus largos brazos para separarles. Bony escupió a Tigretón y éste devolvió el salivazo con inusitada violencia. Claro, como no podían pegarse físicamente reurrieron a los ataques bucales. La Pantera Rosa, pidió a gritos que cesaran las hostilidades mientras soltaba un tremendo latigazo con su larga cola contra Tigretón para después asestar otro a Bony. Sólo entonces llegó la calma.

Allí, en medio de la calle, y ante la atenta mirada del gentío que rodeaba el lugar en el que se había producido la riña, La Pantera Rosa censuró a las mascotas el comportamiento mostrado y reprochó el hecho de haber iniciado una violenta pelea por un insignficado motivo. "Dice que huelo a tigre", dijo Tigretón para justificar el inicio de la pelea. "¡Pues tú llámale hijoputa, pero no le pegues!", le espetó La Pantera Rosa. A continuación, exigió a Bony que se disculpara ante Tigretón. Se hizo el remolón, pero lo hizo. Después, obligó a los dos personajes a darse un apretón de manos, cosa que terminaron haciendo mientras recibían el aplauso de todos los allí congregados.

Para celebrar el buen final de la historia, Bony, Tigretón y La Pantera Rosa repartieron a la gente bollos y dieron pastelitos gratis a los niños. "Espero que les sirva de lección", declaró La Pantera Rosa al reportero de Hay que estar al Loro enviado al lugar de los hechos.