Paco Montesdepato. Área de Meteorología.
Menudo bochorno. El recién inaugurado periodo estival nos ha traído una ola de calor de las de cagarse por las patas. Es lo que toca, es cierto. Pero hombre, queda por delante mucho verano. No hacía falta empezar así de esta manera. Suave, con buen tiempo, pero sin pasarse. Para ir aclimatándonos a la situación. Esa hubiera sido la manera ideal de empezar nuestra estación favorita. Pero no. No ha sido así. El calor ha llegado a lo bestia y nos ha dejado con la lengua fuera.
Menudo bochorno. El recién inaugurado periodo estival nos ha traído una ola de calor de las de cagarse por las patas. Es lo que toca, es cierto. Pero hombre, queda por delante mucho verano. No hacía falta empezar así de esta manera. Suave, con buen tiempo, pero sin pasarse. Para ir aclimatándonos a la situación. Esa hubiera sido la manera ideal de empezar nuestra estación favorita. Pero no. No ha sido así. El calor ha llegado a lo bestia y nos ha dejado con la lengua fuera.
Cómo arrea Lorenzo… Los termómetros están que revientan y eso es peligroso. Hay que estar al Loro. Como cada año por estas fechas, nos disponemos a ofrecerles una serie de consejos que parecen de Perogrullo pero que son vitales para afrontar con garantías suficientes unas temperaturas que rondan los cuarenta grados. O más.
Agua. Mucha agua. Es el principal consejo. Beban mucho y aunque no haya ganas. La hidratación es fundamental durante estos días y el agua es lo mejor. Mucho cuidado con las personas mayores. Botellas de agua a mansalva en las neveras de sus casas. A los más pequeños, que tiren sin miedo de helados, flashes y tarrinas. Además de refrescarse conseguirán reponer energías. Coman polos a tutiplén. No se corten. Las neveras llenas de zumos y líquidos de todo tipo bien fresquitos.Por otra parte, se recomienda resguardarse a la sombra en las horas punta. Si no tiene que salir a la calle por motivos estrictamente necesarios, quédese en casa. Se está de puta madre… siempre que se tenga el ventilador cerca, claro. O el abanico.
Más cosas. Nada de achicharrarse a pleno sol, que se te puede quedar la piel echa un Santo Cristo. Gorros y viseras. Sobre todo los niños y los mayores. Si no dispone de un sombrero, hágase uno de papel. ¡Pero póngase algo en la cabeza, por Dios! ¡La solana no perdona!
Mucho cuidado en la playa. No se tuesten al sol a lo burro desde el primer minuto. Poco a poco y con cuidado. Mucha crema solar y mucha protección, que luego se quedan rojos como cangrejos y se les pela la espalda.
Cuanto más ligero de ropa, mejor. Lo del refrán de ‘ande yo caliente, ríase la gente’ no se lo cree ni la puñetera madre del que lo dice en jornadas como la de ayer. Como te pongas manga larga y prendas de algodón bien gordo correrás el riesgo de fenecer ipso facto. Manga corta y prendas ligeras de verano. Avisados quedan. Hay que estar al Loro.
Y recuerden que no por mucho madrugar amanece más temprano. Así que no sean tontos y quédense en la cama.