jueves, 27 de mayo de 2010

EL RETO ACABA EN TRAGEDIA: WILLY FOG, DESAPARECIDO


Su aeronave se estrelló cuando estaba a punto de concluir la vuelta al mundo en 80 minutos

Enviado espacial, disgustado y compungido.
Destrucción, devastación, horror, intriga y dolor de barriga. El estupor se ha apoderado esta tarde de quienes han presenciado, en riguroso directo, cómo el cohete con el que Willy Fog pretendía dar la vuelta al mundo en 80 minutos impactaba violentamente contra el suelo sin llegar si quiera a sacar los trenes de aterrizaje o dar un par de bocinazos. El aparato se ha desintegrado tras una descomunal explosión que ha provocado una inmensa bola de fuego y una columna de humo cerrado de color negro que ha alcanzado los tres kilómetros de altura.

“Mira que se lo dije. Mira que se lo dije. Ten cuidado, ten cuidado que te la juegas. Que el sistema de frenado y aterrizaje no está muy desarrollado. Pero nada. A cabezón no le ganaba nadie. Dijo que por sus cojones lo intentaba y ahora mira. León a la parrilla”. Así de expresivo hablaba el Doctor Emmet Brown, a pie de pista, mientras los equipos de rescate trataban de apagar con cubos de agua y mantas los minúsculos pedazos y fragmentos del artefacto siniestrado. Alrededor de un socavón de cinco metros de profundidad se desperdigaron, en un radio de acción de diez kilómetros, los restos del fuselaje. “El trozo más grande que hemos encontrado ha sido la palanca de cambios, un cacho del radiocasete y la junta de la trócola”, relata uno de los asistentes del Doctor Brown. “De la caja negra no se han encontrado ni las tuercas”, apostilla el fulano con mucho tacto.

¿Y Willy Fog? ¿Qué ha sido de sus restos? Gil Grissom, forense de CSI Las Vegas, acudió al lugar de la catástrofe nada más conocerse los hechos y comenzó a rastrear la zona. “Hemos encontrado unos minúsculos fragmentos de hueso. Por desgracia, puede que sea lo único que podamos enterrar de nuestro gran amigo Willy Fog”, declara Grissom, que ya está cotejando las pruebas de ADN para identificar los restos.

¿Por qué?
La hazaña había comenzado bien para Willy Fog, que como todos ya sabemos había protagonizado la primera vuelta al mundo en 80 días. Pero esta vez el reto era de aúpa. 80 minutos. En menos de lo que dura un partido de fútbol nuestro osado héroe póstumo pretendía dar una vuelta completa al globo terráqueo. “El despegue fue complicado y cuando el cohete empezó a desviarse un poco de la trayectoria inicial temimos que fuera a estallar. Pero el Sr. Fog controló bien la situación y enderezó el rumbo”, explica Emmet Brown, diseñador de la máquina voladora. “Luego, una vez completada la fase de despegue, Fog empezó a darle zapatilla al acelerador y el cacharro empezó a coger una velocidad de la hostia. Desde la NASA se nos quejaron porque, al parecer, casi les rozamos un satélite muy valioso y se lo echamos a la Tierra. A través de la radio, Willy nos dijo que el compartimento del piloto se estaba recalentando mucho, que el motor hacía un ruido muy raro, que el MP-3 no funcionaba y que estaba escuchando el ruido de tornillos cayendo al suelo en la parte trasera de su cabina”, añade Brown.

Era el principio del fin. Veinte minutos después de comenzar la travesía, la comunicación por radio se interrumpió. La webcam ubicada dentro del pequeño habitáculo del piloto mostró las últimas imágenes en las que se podía contemplar a un Willy Fog con la cara morada, llevándose las manos al cuello y haciendo signos evidentes de que no podía respirar. A continuación, la señal con el cohete se cortó y desde tierra no pudo hacerse más que contemplar por el radar la trayectoria de la aeronave.

Tal y como estaba previsto inicialmente, el cohete volvió al lugar de partida 79 minutos después, es decir, con un minuto de antelación, a una velocidad estratosférica de cientos de miles de kilómetros por hora “y sólo para darse la gran hostia”, como relata Rigodón hablando mal y pronto.

“Es una desgracia terrible. Los niños le querían. Le adoraban. ¿A quién van a admirar ahora, a la de San Blas?”, acertaba a decir entre sollozos el fiel amigo del aventurero. La compañera sentimental de Willy Fog, Romy, se desmayó presa del disgusto tras contemplar cómo la aeronave de su prometido se convertía en millones de esquirlas de metal fundido por el fuego y el calor. El pequeño Tico, pobrecillo él, suplicaba con rabia, dolor e impotencia la presencia de un médico que curase “al pobre Sr. Fog”.

En la redacción de Hay que estar al Loro ya hemos agotado todos los paquetes de pañuelos y clínex de los que disponíamos. Queremos hacer llegar a la familia y amigos de Willy Fog nuestras más sentidas condolencias y rogamos una oración por nuestro admirado trotamundos. Willy, allá donde estés, cuídate y recuerda que la esperanza es lo último que se pierde. Bueno, tú ya la has perdido. La esperanza y el forro. Pero queda bonito. ¿Qué no?

domingo, 23 de mayo de 2010

WILLY FOG PRETENDE DAR LA VUELTA AL MUNDO EN 80 MINUTOS


Cuenta con un prototipo de cohete diseñado por el Doctor Emmett Brown

Enviado espacial.
El famoso Willy Fog será el protagonista de una de las hazañas más sonadas de lo que llevamos de Siglo XXI. El carismático caballero inglés se ha propuesto dar una vuelta al mundo… en sólo 80 minutos. “Dar la vuelta al mundo en 80 días es un logro que se ha quedado desfasado con el paso del tiempo. Con los medios actuales hasta un mochilero podría hacerlo sin problemas”, relata Fog. “Necesitaba afrontar un nuevo reto. Dar la vuelta al mundo en 80 horas tampoco es muy complicado. Había que subir el listón al máximo. Así que daré la vuelta al mundo en 80 minutos”, añade sin inmutarse nuestro querido héroe.

Eso sí, recordemos que el cementerio está lleno de valientes. La empresa no es sencilla. Para dar una vuelta completa alrededor del globo terráqueo tendrá que emplear una sofisticada aeronave desarrollada por el famoso Doctor Emmett Brown. “Básicamente, lo que hemos hecho ha sido tunear el chasis de un viejo y destartalado cohete alemán V-2 de la II Guerra Mundial al que le hemos hecho unos arreglillos y le hemos incorporado un condensador de fluzo”, explica el sabio profesor. “Vamos a utilizar un nuevo combustible especial. El trasto irá hasta los topes de carburante y Willy Fog va a tener que ir un poco apretado en la cabina. Pero bueno, es lo que hay”, apunta Brown.

Willy Fog correrá un grave peligro durante el viaje. El autor del prototipo ya le ha explicado los riesgos. Según Emmett Brown pueden pasar tres cosas. “Una opción es que durante el proceso de ignición de los motores el aparato se recaliente mucho y se vaya a freír espárragos durante el despegue. Nos quedaríamos sin Willy Fog”, detalla Brown. “La segunda opción es que todo salga bien. En ese caso, tendríamos al Sr. Fog de vuelta en 80 minutos habiendo logrado una proeza inigualable”, nos cuenta. ¿Y cuál es la tercera opción? “Bueno, también es posible que el aparato despegue sin problemas, haga el trayecto con normalidad… y luego se escachifolle al intentar aterrizar. Lamento decirlo, pero es la opción más probable. No hemos tenido tiempo de comprobar y mejorar el sistema de frenado”, nos cuenta Emmett Brown con una tranquilidad que asusta.

lunes, 10 de mayo de 2010

WOODY WOODPECKER, NUEVO VOCALISTA DE ‘EL CANTO DEL LOCO’


Dani Martín se toma un respiro y se centra en su carrera como actor

Johnny Fu.
No podían escoger a un sustituto mejor. La banda madrileña ‘El Canto del Loco’ cambia de líder y el famoso Woody Woodpecker será el que tome el relevo de Dani Martín, que deja el mundo de la música para dedicarse plenamente a su faceta de actor.

Desde la casa discográfica se ha llegado a barajar la posibilidad de cambiar el nombre de la formación, que pasaría a denominarse ‘El Canto del Pájaro Loco’ por motivos más que obvios. Los integrantes de la banda, sin embargo, han desmentido que se vaya a cometer tal sacrilegio “por respeto a los fans y seguidores”, como puntualizan en una nota pública que han hecho llegar a los medios de comunicación y agencias de prensa.

“El espíritu de ‘El Canto del Loco’ seguirá siendo el mismo”, afirma Woody Woodpecker, que ha explicado que la única novedad será que, al principio de todos los conciertos que ofrezca el grupo, reventará los tímpanos a los presentes con su estridente y característico ‘grito de guerra’, una risa alocada que le hace reconocible en cualquier rincón del mundo mundial. “Por lo demás, cantaré los temas clásicos del grupo. Me los tengo que aprender, pero no hay problema. Yo evoluciono muy rápido y aguanté tres semanas en la vigésimo sexta edición de OT. Me echaron porque los cabrones de los profesores me tenían manía y me nominaron, pero salta a la vista, y al oído, que soy un cantante formidable y que tengo unas cuerdas vocales de la hostia para arriba”, relata el nuevo cabeza visible de ECDL.

¿Y los fans? ¿Qué dicen los fans de todo esto? Acercándonos al municipio de Algete, donde el grupo ofrecerá su primer recital con Woody Woodpecker al micrófono, nos hemos encontrado con David, un acérrimo seguidor que sigue a la banda a todos sitios y que lleva ocho días durmiendo a la intemperie para coger sitio en primera fila. “Ya puede cantar bien, ya, porque como lo haga mal me subo al escenario y le doy palos al pajarraco hasta quitarle la cresta de la cabeza”, comenta el joven, algo escéptico ante lo que se pueden encontrar las 240.391 personas que han comprado su entrada y que abarrotarán el estadio de la ciudad el próximo martes para escuchar un concierto que promete ser apoteósico… o apocalíptico. El público dictará sentencia.