Las dos figuras televisivas de los 80 arrastran dos décadas de odios y rencores
Local.
Yupi y Espinete, dos de las estrellas infantiles más recordadas de la historia de la televisión, protagonizaron ayer una monumental bronca en la Taberna de Moe y se enzarzaron en una pelea a puñetazo limpio que concluyó en los exteriores del conocido local. El propietario de la cantina, Moe Szyslak, tuvo que separar a los contrincantes con la ayuda de una docena de viandantes que, a duras penas, logró evitar que estos populares personajes se sacaran los ojos el uno al otro de manera salvaje.
La riña comenzó a fraguarse pasadas las 20:00 horas, cuando el erizo del Barrio Sésamo entró a la taberna para tomarse unas cervezas Duff y unos cacahuetes salados. Al apoyarse en una de las esquinas de la barra percibió que en la otra punta se encontraba Yupi, que le miraba “de forma desafiante”, según relatan algunos de los clientes que contemplaron el bochornoso espectáculo que estaba a punto de comenzar. “La tensión se palpaba en el ambiente. Todos sabemos lo mal que se llevan Yupi y Espinete desde hace ya más de veinte años. Se miraban con cara de asco de forma mutua y todos los que estábamos allí dentro sabíamos que la cosa acabaría mal”, explica Barney Gumble, uno de los testigos que presenciaron lo ocurrido entre trago y trago. Y más tragos.
A continuación, los hechos se precipitaron. Tras un par de minutos de miradas poco amistosas, Yupi y Espinete iniciaron un cruce de declaraciones con frases y preguntas de un calibre similar a “¿y tú qué miras?” o “a que te reviento, payaso”. Aún no está del todo claro quién inició las hostilidades de forma física, pero todo apunta, según diversas fuentes, a que Yupi arrojó un güito de aceituna contra Espinete y le acertó en su ojo derecho. El erizo rosa, preso de la furia, corrió por la barra como un toro bravo y embistió contra el extraterrestre de las plumas cayendo los dos al suelo de forma violenta. La clientela quedó paralizada y horrorizada viendo la inusitada fuerza extrema con la que se golpeaban estos dos antiguos ídolos de niños. “Se llamaban unos disparates gordísimos mientras se machacaban las caras a tortas. Fue algo realmente impresionante. Ni siquiera se levantaron. Rodaban por el suelo como dos bestias. Espinete quería clavarle las púas a Yupi y el otro agarró una banqueta con una mano e intentaba golpear con ella al erizo”, afirma Moe, muy molesto por los destrozos ocasionados en su taberna.
Y rodando, rodando, los dos enormes bichos acabaron en la calle, donde ya lograron ponerse en pie para seguir su particular combate pugilístico urbano. Moe, armado con un bate de béisbol que guarda junto a la caja registradora para casos de emergencia, efectuó un primer intento para detener la pelea. No lo consiguió. Yupi le quitó el bate y lo partió a la mitad asestando un golpe seco en la cara de Espinete, que cayó de espaldas con el hocico colgando. Cuando Yupi intentó rematar a su rival con un segundo golpe usando el cacho de maza que le quedaba, Espinete, boca arriba, lanzó una patada descomunal contra la barriga de su enemigo. Los dos quedaron de nuevo tumbados durante unos escasos segundos en los que se retorcieron de dolor mientras se ciscaban en sus madres.
Fue en aquel momento cuando Moe inició la segunda intentona para poner fin a la sangría. Esta vez, ayudado por varios clientes y transeúntes, tuvo más éxito y separó a los dos personajes justo antes de que trataran de volverse a levantar para seguir cascándose. Habían recuperado un poco de aliento y se veían con fuerzas para ello.
No pueden verse
La rivalidad entre Yupi y Espinete se remonta a la década de los años ochenta. El erizo todavía no ha superado la sustitución, en 1988, del mítico ‘Barrio Sésamo’ por ‘Los Mundos de Yupi’. Desde entonces, los dos intérpretes de estos programas mantienen una rivalidad que cruza la raya del odio de forma sobrada. Una vez alejados de la pequeña pantalla han protagonizado un sinfín de peleas, disturbios, intentos de eliminación y amenazas de todo tipo. “Te voy a mandar al otro Barrio”, le dijo una vez Yupi a Espinete. Su confrontación les ha llevado incluso a visitar tribunales, banquillos y celdas de prisión en el marco de una guerra en la que parece imposible cualquier tipo de acercamiento que lleve al fin de las hostilidades. Es una verdadera lástima. Qué pena.
Local.
Yupi y Espinete, dos de las estrellas infantiles más recordadas de la historia de la televisión, protagonizaron ayer una monumental bronca en la Taberna de Moe y se enzarzaron en una pelea a puñetazo limpio que concluyó en los exteriores del conocido local. El propietario de la cantina, Moe Szyslak, tuvo que separar a los contrincantes con la ayuda de una docena de viandantes que, a duras penas, logró evitar que estos populares personajes se sacaran los ojos el uno al otro de manera salvaje.
La riña comenzó a fraguarse pasadas las 20:00 horas, cuando el erizo del Barrio Sésamo entró a la taberna para tomarse unas cervezas Duff y unos cacahuetes salados. Al apoyarse en una de las esquinas de la barra percibió que en la otra punta se encontraba Yupi, que le miraba “de forma desafiante”, según relatan algunos de los clientes que contemplaron el bochornoso espectáculo que estaba a punto de comenzar. “La tensión se palpaba en el ambiente. Todos sabemos lo mal que se llevan Yupi y Espinete desde hace ya más de veinte años. Se miraban con cara de asco de forma mutua y todos los que estábamos allí dentro sabíamos que la cosa acabaría mal”, explica Barney Gumble, uno de los testigos que presenciaron lo ocurrido entre trago y trago. Y más tragos.
A continuación, los hechos se precipitaron. Tras un par de minutos de miradas poco amistosas, Yupi y Espinete iniciaron un cruce de declaraciones con frases y preguntas de un calibre similar a “¿y tú qué miras?” o “a que te reviento, payaso”. Aún no está del todo claro quién inició las hostilidades de forma física, pero todo apunta, según diversas fuentes, a que Yupi arrojó un güito de aceituna contra Espinete y le acertó en su ojo derecho. El erizo rosa, preso de la furia, corrió por la barra como un toro bravo y embistió contra el extraterrestre de las plumas cayendo los dos al suelo de forma violenta. La clientela quedó paralizada y horrorizada viendo la inusitada fuerza extrema con la que se golpeaban estos dos antiguos ídolos de niños. “Se llamaban unos disparates gordísimos mientras se machacaban las caras a tortas. Fue algo realmente impresionante. Ni siquiera se levantaron. Rodaban por el suelo como dos bestias. Espinete quería clavarle las púas a Yupi y el otro agarró una banqueta con una mano e intentaba golpear con ella al erizo”, afirma Moe, muy molesto por los destrozos ocasionados en su taberna.
Y rodando, rodando, los dos enormes bichos acabaron en la calle, donde ya lograron ponerse en pie para seguir su particular combate pugilístico urbano. Moe, armado con un bate de béisbol que guarda junto a la caja registradora para casos de emergencia, efectuó un primer intento para detener la pelea. No lo consiguió. Yupi le quitó el bate y lo partió a la mitad asestando un golpe seco en la cara de Espinete, que cayó de espaldas con el hocico colgando. Cuando Yupi intentó rematar a su rival con un segundo golpe usando el cacho de maza que le quedaba, Espinete, boca arriba, lanzó una patada descomunal contra la barriga de su enemigo. Los dos quedaron de nuevo tumbados durante unos escasos segundos en los que se retorcieron de dolor mientras se ciscaban en sus madres.
Fue en aquel momento cuando Moe inició la segunda intentona para poner fin a la sangría. Esta vez, ayudado por varios clientes y transeúntes, tuvo más éxito y separó a los dos personajes justo antes de que trataran de volverse a levantar para seguir cascándose. Habían recuperado un poco de aliento y se veían con fuerzas para ello.
No pueden verse
La rivalidad entre Yupi y Espinete se remonta a la década de los años ochenta. El erizo todavía no ha superado la sustitución, en 1988, del mítico ‘Barrio Sésamo’ por ‘Los Mundos de Yupi’. Desde entonces, los dos intérpretes de estos programas mantienen una rivalidad que cruza la raya del odio de forma sobrada. Una vez alejados de la pequeña pantalla han protagonizado un sinfín de peleas, disturbios, intentos de eliminación y amenazas de todo tipo. “Te voy a mandar al otro Barrio”, le dijo una vez Yupi a Espinete. Su confrontación les ha llevado incluso a visitar tribunales, banquillos y celdas de prisión en el marco de una guerra en la que parece imposible cualquier tipo de acercamiento que lleve al fin de las hostilidades. Es una verdadera lástima. Qué pena.
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