viernes, 24 de junio de 2011

CHILLY WILLY SUFRE UNA LIPOTIMIA EN LA NOCHE DE SAN JUAN

El pingüino friolero las pasa canutas presenciando una hoguera por primera vez en su vida y pierde el conocimiento

Redacción.
El pingüino Chilly Willy se recupera, camino de su iglú del Polo Norte, del desmayo que sufrió durante la pasada madrugada mientras asistía a la quema de una Sanjuanada. Según se desprende de los informes médicos, el pequeño personaje ha superado las pruebas a las que ha sido sometido durante las últimas horas y esta misma mañana ha recibido el alta. Todo ha quedado en un susto.

El famoso pingüino, compañero de fatigas del Pájaro Loco, decidió ver in situ la quema de una hoguera como colofón a la visita oficial que le ha llevado a recorrer distintos puntos de nuestra geografía durante la última semana. Sin embargo, la hoguera era tan grande que tuvo que ser prendida a base de disparos con lanzallamas después de rociar de queroseno la tonelada y media de escombros de madera y libros ‘Vacaciones Santillana’ que la componían. Cuando las llamas empezaron a churruscar el palo mayor, Chilly Willy empezó a sufrir síntomas que indicaban que algo no marchaba bien. “Se empezó a poner muy colorado", asegura una fuente que desea permanecer en el anonimato y que ha rechazado ofertas multimillonarias para ir corriendo a cascarlo delante de las cámaras de televisión.

A medida que el fuego se hacía más grande, debido a la intervención de unos insensatos que arrojaban a las llamas globos de agua hinchados con gasolina, el calor se hacía más insoportable y Chilly Willy cayó de espaldas al suelo con los ojos desorbitados. Varias personas presentes en el lugar de los hechos trataron de reanimarle dando palmaditas en el rostro del pingüino. En un primer momento parecía que Willy volvía en sí, pero se trataba de un espejismo. Abrió los ojos, levantó un poco la cabeza y exclamó, con dificultad, un "qué calor" antes de volver a cer en redondo.

Una llamada puso en aviso a los servicios de emergencia y el SAMUR hizo acto de presencia en pocos minutos. “Pero entonces llegó el Doctor, manejando un cuatrimotor, ¿y saben lo que pasó? ¿Y saben lo que pasó? Nooooooo. Que todas las brujerías, del brujito de Bulubú, se curaron con la vacu, con la vacuna, luna, luna, lu”, detalla una cantautora con gafas que se hallaba allí presente, con su guitarra. Traduciendo, suponemos que lo que quiere decir es que el médico que le atendió consiguió reanimar a Chilly Willy sin grandes dificultades. "Le subieron con cuidado a una camilla y le cubrieron con cubitos de hielo de los 'Katxis' y bebidas que tomaban los presentes en la Sanjuanada", apunta otro testigo. "Con el hielo, Chilly Willy recuperó su mejor aspecto", añade un niño que estaba por allí jugando. Pese a la mejora, los facultativos decidieron llevarse al pinguino para ser reconocido con más detalle en el hospital. Los asistentes a la San Juanada, eso sí, tributaron al famoso Chilly Willy con una sonora ovación mientras era introducido en la ambulancia. El pinguino les respondió levantando su aleta en señal de afecto.

Un pingüino simpático
Chilly Willy
es un personaje recordado por los que en su día seguían los dibujos animados del famoso Pájaro Loco. El pingüino de los estudios Walter Lantz alcanzó notable popularidad a partir de la década de los cincuenta y, desde entonces, ha aparecido en películas, cortometrajes, álbumes de cromos, cómics e historietas relacionadas con el universo de Woody Woodpecker. En la redacción de Hay que estar al Loro somos muchos los que seguíamos con devoción las aventuras del pequeño palmípedo.

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