El vampiro contará con sesenta minutos más de oscuridad para dar mordiscos
Macario el Becario.
El aterrador Conde Drácula está feliz y contento con la variación horaria que obliga a retrasar el reloj una hora la próxima madrugada. Según reconoce el vampiro en las redes sociales, esta noche se va a poner “las botas” a beber sangre.
A las 3.00 serán las 2.00 para adaptarse al horario de invierno que, supuestamente, contribuye a optimizar la iluminación solar y ahorrar energía. Drácula, sin embargo, no piensa en el ahorro energético. Por su cabeza sólo pasa el ansia de beber sangre a hectolitros y de tarazar todos los cuellos que agarre. El cambio en las manillas del reloj proporciona al vampiro sesenta minutos más de oscuridad que, según él mismo admite, aprovechará para morder “a todo el que se cruce” en su camino.
El tío no se corta un pelo y lanza mensajes desafiantes desde su cuenta personal de Twitter. “Esta noche os voy a morder a todos”, apunta en uno de ellos. “Chiquillas, esta noche quiero ver vuestros tiernos cuellos”, apunta Drácula en otro comunicado. La cosa tiene su aquel, ya que al coincidir el cambio de hora con el sábado noche, las calles estarán atestadas de jovenzuelos que se van de marcha y que pueden proporcionar al vampiro sangre fresca para saciar su sed. “Esta noche me emborracho”, comenta el chupóptero de Transilvania.
Así que, esta madrugada, más que nunca, Hay que estar al Loro. Hay que estar al Loro con Drácula.
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