miércoles, 28 de diciembre de 2011

ENTREVISTA CON EL CHINO DE MI-SHAN-FU

"El 28 de diciembre es el mejor día del año"

Charlamos con el famoso icono de las bromas sobre inocentadas y artículos de coña

Una entrevista de El Boss.
Una fecha señalada del calendario. 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes. El día de las inocentadas y de las bromas. Qué sería de una jornada como la de hoy sin los tradicionales muñecos de papel en la espalda y sin los artículos de broma. Desde hace varias décadas, la marca por excelencia del sector nos ha familiarizado con un logotipo. La imagen del chino de Mi-Shan-Fu ha sido el icono por excelencia de unos productos tan señaladas en un día como el que hoy acaba. Hay que estar al Loro ha tenido la fortuna de charlar un rato con el citado chino de Mi-Shan-Fu.
HAY QUE ESTAR AL LORO: En primer lugar, muchas gracias por atendernos.
MI-SHAN-FU: ¿Cuánto voy a cobrar por la entrevista? ¿20.000 euros?
HQEAL: ¿Perdón?
MSF: ¡Que no! ¡Que es bromaaaaaa!
HQEAL: Ah… Sí. Ejem… Ya veo que es usted muy bromista.
MSF: ¡Es 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes! Pero por favor, no me trate de usted. Estamos entre amigos y las fechas son propicias para fomentar la amistad y la fraternidad. El 28 de diciembre es, sin duda, el mejor día del año.
HQEAL: De acuerdo, gracias. Una curiosidad. ¿Le comentan que se parece mucho a Fu-Man-Chu?
MSF: Pues sí. Y también me confunden con el chino del Flan Chino Mandarín.
HQEAL: Vaya, pues ahora que lo dices…
MSF: Sí, ¿verdad?

HQEAL: Bueno, centrémonos en el Día de los Inocentes. Eres la imagen de infinidad de artículos de broma que han pasado por las manos de varias generaciones de chavales y no tan chavales.
MSF: Los artículos de broma son usados por niños y mayores. Efectivamente, mi rostro ha venido ligado durante mucho tiempo a los productos de la empresa SANROMÁ I, S.L., ubicada en la localidad catalana de L’Hospitalet de Llobregat. Se trata de una empresa familiar que fundó en su día Don Miquel Sanromà i Fuguet y que desde hace décadas se dedica a elaborar y distribuir, al por mayor, todo tipo de objetos relacionados con bromas, fiestas y carnavales.

HQEAL: Algunos de esos artículos son míticos. Las bombas fétidas, por ejemplo.
MSF: ¡Sí, sí! ¡Las bombas fétidas! Producto estrella de la casa, sin duda. Se trata de unas cápsulas rellenas de un líquido apestoso y nauseabundo de color amarillento que al romperse provocan un pestazo increíble.
HQEAL: Recuerdo que en mi barrio, cuando éramos críos, alguno aseguraba que se podían fabricar bombas fétida caseras tirándose un… bueno, soltando gases en el interior de una botella de cerveza y cerrándola para después romperse y liberar el pestilente olor.
MSF: Bueno. Un poco complicado, no sé. Desde luego, las nuestras no se fabrican así, puedo asegurarlo. Pero vamos, el olor de nuestras bombas tira para atrás. Eso sí, son productos de broma y sabemos que muchas veces los niños son los que los utilizan. El olor se disipa pasados unos minutos.
HQEAL: Yo tengo guardado todavía un paquete con las tres bombas fétidas sin usar desde 1991 (Nota: Dato absolutamente verídico). ¿Mi casa corre algún peligro?
MSF: ¿Desde 1991?
HQEAL: Sí.
MSF: Vaya, pues no sé. Me parece increíble que un crío comprase unas bombas fétidas en 1991 y no tuviera el irremediable impulso de arrojarlas.
HQEAL: Es que soy coleccionista de sus artículos y quería conservar un paquete de recuerdo. Y han pasado ya más de veinte años de aquello.
MSF: Bueno… Eh… Yo por si acaso procuraría no romper las cápsulas. Aunque es probable que el efecto haya desaparecido.
HQEAL: Vale, vale. Es que como no venía la fecha de caducidad… En fin. Otro producto célebre de MI-SHAN-FU es el chicle con cepo. ¡La de dedos que picaron!
MSF: Sí, un artículo con mucha historia y tradición. Se trata de un paquete de chicles con trampa. Se ofrece goma de mascar al inocente de turno y cuando éste saca el chicle del paquete libera un pequeño cepo que impacta sobre el dedo del sujeto que saca el chicle. ¡Es como una trampa de ratones pero en diminuto!
HQEAL: Hablando de chicles… Creo que se vendían unos que realmente eran goma de mascar… pero que sabían a rayos!!!
MSF: Nos ha jodido. Es que sabían a pimienta. Un asco vaya, pero es que de eso trataba la broma, claro.

Los mocos verdes
HQEAL: ¿Y los ‘mocos’ de coña?
MSF: ¡Jajajaja! Sí, uno de nuestros artículos más baratos. Se trata de un pequeño moco de plástico con una bolita que ayuda a la sujeción del plástico dentro del orificio de la nariz. Es de color verdoso y da un poco de asco. Una vez colocado en la nariz parece todo un mocazo colgando de ‘la tocha’.
HQEAL: Gracias a los productos MI-SHAN-FU los críos han podido emular a los mayores durante la señalada fecha del 28 de diciembre.
MSF: Cierto. En nuestro catálogo siempre hemos dispuesto de una extensa gama de bigotes postizos así como cualquier elemento necesario para que un niño parezca un adulto. Gafas, barbas… Material que no sólo es útil en el día de los Santos Inocentes. También son perfectos para los carnavales.
HQEAL: Recuerdo con especial cariño aquella dentadura de monstruo con los dientes podridos, separados, amarillentos… ¡Era cojonuda!
MSF: Sí. La comercializamos con la Broma número 70. Venía en una cajita con el clarificador título de ‘Dientes Monstruo’. Te la colocabas en la boca y con ella dabas unos buenos sustos. También servían para los carnavales. En las instrucciones proponemos además que la persona que realizaba la broma se coloque un pañuelo al cuello y se despeine. ¡Y que desvíe la mirada!
HQEAL: Sí, sí. Importante “desviar la mirada”. También había otra dentadura de vampiro. Era de plástico y se colocaba también en la boca, como la de Monstruo. Al final de los colmillos había un poco de pintura roja que simulaba ser sangre. Pero tengo que reprochar que esa pintura se borrara demasiado rápido. La pintura se caía y la dentadura quedaba de color blanco.
MSF: Ummmmm. Trataremos de solucionarlo.
HQEAL: A ver, que tampoco era un drama. Pero es por comentarlo. También reconozco que era uno de los productos más baratos en su día y que estaba al alcance de todos los críos.
MSF: Sí, era de plástico, correcto, correcto. Trataremos de solucionar lo de la sangre.

Fumando como adultos
HQEAL: También disponen de cigarrillos falsos que contienen unos polvos especiales que al ser soplados dan la apariencia de tratarse de auténtico humo. Antes, los críos los compraban para simular que fumaban. Supongo que estos cigarrillos ya no tendrán mucha demanda.
MSF: Por desgracia, no. Ahora, por lo general, los críos fuman de verdad desde edades muy tempranas, así que… Para qué leches van a comprar un cigarrillo de ‘pega’ si consumen pitillos auténticos.
HQEAL: Ya, ya. Pues es verdad. Una auténtica problemática la del consumo de tabaco entre los jovenzuelos.
MSF: Pues mira, hasta para eso tenemos la solución. Entre la gama de MI-SHAN-FU contamos con un producto que eliminaría el vicio de fumar. ¡¡¡Los fulminantes!!!
HQEAL: ¿Perdón?
MSF: Sí, coño. ¿No te acuerdas? Los fulminantes eran unos pequeños petardillos minúsculos que se introducían dentro de los auténticos cigarrillos de los que recibían la broma. El incauto fumador encendía su pitillo y cuando el fuego alcanzaba el fulminante… ¡explotaba y le pegaba un susto de tres pares de cojones!
HQEAL: ¡Hostia qué guapo! ¡Es verdad! ¡No me acordaba!
MSF: ¡Juas, juas, juas! ¡No me digas que no es buen método para dejar de fumar! Tanto parche y tanto tratamiento raro… No habría mejor remedio para reducir drásticamente el número de fumadores que introducir fulminantes explosivos de MI-SHAN-FU en todos y cada uno de los cigarrillos que se vendieran. Los fumadores acabarían tan acojonados que dejarían de fumar.
HQEAL: Terapia conductista en estado puro. ¡El perro de Paulov!
MSF: Exacto. Acabarían cogiendo tanto miedo a los sustos de las explosiones de los cigarrillos que acabarían dejando el tabaco.
HQEAL: Bufff… No se me habría ocurrido, pero suena bien, suena bien…
MSF: Y tanto que suena bien… Suena así: PUUUUMMMM!!! ¡Juas, juas, juas, juas!
HQEAL: Ja, ja, ja, ja… Menudos recuerdos… Otro artículo explosivo eran aquellos insectos que explotaban al pisarlos.
MSF. Cucarachas, sí. Cucarachas explosivas. Parecían auténticas cucarachas, pero eran ‘de mentira’, claro. Tenían incorporada una pequeña cantidad de pólvora y al pisarlas… PUUUUMMMM!!! Las colocabas en el suelo y le decías al pobre inocente: “mira, cucarachas, cucarachas, písalas, písalas, que a mí me da asco”. Ahora que lo pienso, hubiera estado bien haber realizado una Special Edition con una carga explosiva más potente, juas, juas, juas… ¡Qué putadilla! ¿Eh?
HQEAL: Ja, ja, ja, ja… Maldad, más bien, pero bueno, ja, ja, ja… Joder con las cucarachas… También había otros bichos que no explotaban pero que daban buenos sustos. Las arañas, por ejemplo. Recuerdo unas arañas que eran de un realismo increíble. Tenían un acabado perfecto con un ligero pelaje que las hacía realmente asquerosas.
MSF: Sí, sí… Son nuestras, son nuestras. Producto MI-SHAN-FU de calidad. Las vendemos en unos plásticos transparentes y están francamente bien logradas. Miden unos nueve centímetros y son muy realistas. Se te ha olvidado un pequeño detalle. Cuentan con una pequeña punta o chincheta metálica con la que se pueden colocar en paredes y corchos dando la sensación de que la araña es real.
HQEAL: ¡Es verdad! Me acuerdo, me acuerdo. También recuerdo que a la que yo tenía le quité esa punta para no pincharme, y la utilizaba para dar sustos colocándola en el hombro de algún incauto o incauta. ¡A las chicas de mi clase les aterrorizaban esas arañas!
MSF: ¿Y las ratas? ¿Te acuerdas de las ratas? También contamos con unas ratas grises, obviamente de mentira, que son realmente asquerosas, con su color gris y su largo rabo. Ideales para aterrorizar y asustar a todos aquellos que sienten aprensión a estos malditos roedores.
HQEAL: ¡Y las moscas! Teníais unos azucarillos que se echaban en el café y al deshacerse liberaban una mosca de plástico.
MSF: ¡Cierto! Se llamaban ‘Azúcar Mosca’ y el artículo funciona tal y como cuentas. Vienen en unos envoltorios de papel blanco y en las instrucciones apuntamos que la mosca “sirve después para infinidad de bromas”.
HQEAL: Los azucarillos forman una gama particular dentro del muestrario de MI-SHAN-FU.
MSF: Correcto. Además del terrón con mosca incorporada hay varios modelos más. Tenemos el ‘Azúcar Serpent’ que consiste en un terrón que al fundirse sale a la superficie un corcho seguido de dos metros de serpentina. “Increíble”, escribimos en el envoltorio con letras mayúsculas. Hay muchas más, como el ‘Azúcar Sorpresa’ que, como su nombre indica, consistía en un terrón que al fundirse liberaba un corcho que llevaba un hilo. Al tirar del hilo había, lógicamente, una sorpresa. Había muchos artículos de broma con los terrones.

Pica, llora y estornuda
HQEAL: Sigamos repasando los artículos de ‘coñas’ que componen el muestrario de tu empresa. Había polvos pica-pica, ¿verdad?
MSF: ¡Por supuesto! ¡Clásico producto de broma! También teníamos todo un variado surtido de recipientes circulares pequeños con productos como los ‘polvos amargos’. Y por supuesto, teníamos productos ideales para echarle al desafortunado inocente y hacer que estornudase todo lo que pudiera. Unas risas, oye.
HQEAL: Y lo que también eran unas risas, aunque escatológicas, todo hay que decirlo, eran aquellos zurullos de coña tan creíbles.
MSF: Sí, sí… Unos productos con un acabado muy realista. Parecían auténticos cagarros de perro. Pero de plástico, ¿eh? De plástico, pero de un aspecto realmente asqueroso. Los ponías en el suelo y parecía que algún chucho había dejado allí sus deposiciones. Y si lo colocabas encima de una mesa… ni te cuento.
HQEAL: Puajjj, qué asco, ya te digo. Eran muy realistas. Hombre, recuerdo también que había, ya en los comienzos de la década de los noventa, unos sprays llamados ‘Instant Smelly’. Los agitabas y al pulverizar salía un chorro marrón con el que podías realizar tus propios cagarros. Más grandes, más pequeños, redondos, alargados, con forma de cucurucho… Y olían mal. Recuerdo que, de críos, le echamos a uno del barrio uno dentro del buzón. Aún hoy me sigo preguntando qué dirían sus padres cuando fueron a mirar el correo.
MSF: ¡Menudos cabronazos erais!
HQEAL: ¡Ya lo creo!
MSF: Bueno, las nuestras tienen la ventaja de que, al ser de plástico, las puedes reutilizar una y otra vez y le puedes hacer la broma a tantos como quieras. Estas bromas, al fin y al cabo, eran inofensivas. Aún así, siempre hemos tenido cuidado a la hora de advertir, en las etiquetas de nuestros productos, que tratamos con artículos para bromas. Y que no deben ser usados como juguete. En los que podían provocar algún tipo de riesgo para los más ‘peques’ recordábamos, además, que eran artículos “para mayores de 14 años”.

HQEAL: En fin. Nos toca ir despidiéndonos. Podríamos estar horas y horas hablando de tantos artículos y productos como los Levantaplatos, el vendaje para dedo que simulaba tener un tornillo o una punta atravesándolo, el anillo que disparaba agua… y tantos y tantos otros. De verdad, ha sido un auténtico placer tratar contigo. Estoy seguro de que dentro de muchos años seguiremos recordando la entrevista con el Chino de MI-SHAN-FU como una de las mejores realizadas por ‘Hay que estar al Loro’.
MSF: Bueno, pues muchas gracias a vosotros por acordaros de mí.
HQEAL: Gracias a ti, de verdad, por recordar con nosotros tantas bromas y tantos productos de ‘coña’ de nuestra infancia.
MSF: Ha sido un placer para mí también. Cuando queráis, podéis volver y así me entregáis el cheque de los 20.000 euros que me prometisteis por la exclusiva.
HQEAL: ¿Perdón?
MSF: Que es broma!!! Inocente, inocente, inocente, inoceeeennnnteeeee!!!

Desde Hay que estar al Loro queremos enviar un cariñoso saludo a la empresa SANROMÁ I, S.L. que tantos buenos momentos nos ha hecho pasar a muchos durante tantos años en jornadas como la de hoy. Desde aquí, les animamos a que sigan adelante con su trabajo y que no dejen de producir nunca los clásicos artículos de broma MI-SHAN-FU. Y animamos a todos nuestros lectores a que los sigan comprando.
¡Feliz día de los inocentes! Y vigilen sus espaldas. Quizás alguien les haya colocado un muñeco de papel. ¡Hay que estar al Loro!

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