El personaje de Nintendo trataba de liberar a una dama de las garras del gorila
Redacción.
La mascota Súper Mario ha ingresado en el Hospital con pronóstico reservado tras ser alcanzado de lleno en la cabeza con un barril lanzado por Donkey Kong desde lo alto de un edificio en construcción. Fuentes del equipo médico que le atiende aseguran que la vida de 'Jumpman' no corre peligro, pero que tendrá que pasar unas jaquecas cojonudas antes de su recuperación total. Las heridas provocadas por el brutal impacto del tonel, que quedó hecho añicos tras golpear la testa de Súper Mario, han tenido que ser cerradas con hilo y aguja "a lo Rambo", como asegura uno de los sanitarios que atendió al herido en el lugar de los hechos.
El percance ha tenido lugar hace unos minutos cuando el popular protagonista de Nintendo escalaba una de las plantas del armazón para rescatar a Pauline. La joven, que había sido retenida por Donkey Kong, gritaba pidiendo auxilio pero nadie le hacía ni puto caso. Nadie, salvo nuestro héroe particular. Súper Mario, con gallardía, desafío al gorila y comenzó a subir por el edificio esquivando las vigas que se cruzaban por su camino. Lo que menos se esperaba era que el simio se defendiera de la forma que lo hizo. "En cuanto vio que subían a por la chica, el mono empezó a tirar barriles desde lo alto", relata uno de los testigos con los que ha hablado Hay que estar al Loro.
Y claro, Donkey Kong acertó de lleno. "Estaba ya casi llegando arriba y, claro, se lo puso a huevo al gorila. Soltó con fuerza un bidón y se lo estampó en la cabeza. ¡Buaaa! ¡Cómo sonó! ¡Qué cacho hostia! De miedo, de verdad, de miedo", añade el testigo. Al parecer, Donkey Kong se exaltó de alegría al hacer 'diana' con la cabeza de Mario, que cayó desde lo alto con la cabeza hecha papilla mientras el primate bailaba y daba saltos de alegría.
Una ambulancia del SAMUR que llegó al lugar atendió a Súper Mario en el mismo lugar en el que quedó despanzurrado. Los sanitarios practicaron los primeros auxilios al "pobrecillo". Cómo estaría. "Emitía sonidos guturales y sangraba como un gorrino. Le tuvimos que dar puntos de sutura porque si no se nos desangraba allí mismo. Tenía una brecha enorme en la cabeza. Pero la gorra paró lo peor, no se preocupen. Eso sí, tendrá que comprarse una nueva. Y también se ha roto un diente. Va a tener que ir al dentista. Luego, al caerse del edificio se rompió un brazo, se torció un tobillo, se dislocó un hombro y se torció tres dedos de la mano derecha y dos del pie izquierdo. Le dimos una aspirina y le colocamos en la camilla como pudimos, porque de todo se quejaba. Y al hospital", relata uno de los ATS que le atendieron.
Donkey Kong, capturado
Mientras Mario era trasladado al hospital, al que llegó más tarde de la cuenta debido al pinchazo que sufrió la ambulancia en la que era trasladado, Donkey Kong siguió tirando barriles desde lo alto durante un buen rato. Trataba de alcanzar a los operarios del Zoo del que había escapado y que intentaban, con poco éxito, hacer bajar al primate. "Le ofrecíamos plátanos, pero el puto mono no quería bajar", comenta con mala leche uno de los trabajadores del zoológico. "En cuanto nos acercábamos empezaba a tirar bidones. El muy cabronazo tiene buena puntería. A mí casi me da", añade el operario.
No hubo más remedio que reclamar la presencia policial. Los hombres de Harrelson se personaron allí y solucionaron la papeleta por la vía rápida. "Nuestro experto tirador, T.J. McCabe, se subió al tejado del edificio situado enfrente de la construcción a la que se había encaramado Donkey Kong y le pegó un tiro con un dardo tranquilizante. Se durmió y ya entonces pudimos subir con los del Zoo a liberar a la chica y a llevarnos a Donkey Kong de vuelta al zoológico, no sin antes leerle sus derechos", relata el Teniente Dan Hondo Harrelson, líder del equipo S.W.A.T. que pudo resolver el problema.
Una rivalidad añeja
Donkey Kong y Mario llevan enfrentados desde el año 1981, cuando la compañía japonesa Nintendo sacó al mercado el famoso juego diseñado por Shigeru Miyamoto. No estaremos muy desencaminados a la hora de afirmar que Donkey Kong fue uno de los mayores éxitos de la compañía durante las décadas de los ochenta y los noventa. Fueron numerosas las versiones de este videojuego que se ha hecho un hueco en la memoria de todos aquellos que pudimos disfrutar de él ya fuese en su formato de máquina recreativa o en el de consola. E imposible sería olvidar la máquina Game & Watch de Nintendo del año 1982. Cuántas horas pasaríamos jugando con aquellos artefactos de bolsillo de dos pantallas y en los que Donkey Kong y Mario, como se le conocía en el manual de instrucciones al personaje, se enfrentaron en dos máquinas. La naranja y la marrón, como decían los niños de la época. Desde Hay que estar al Loro queremos rendir un cariñoso a los creadores de estos pequeños artilugios que cayeron en nuestras manos para entretenernos durante muchas de las horas del tiempo de ocio del que disponíamos.
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