Un grupo de gnomos iniciaron la bacanal de violencia organizando un botellón
Agencias.
Cinco pitufos han sido ingresados en el Hospital Central con heridas de diversa índole tras los violentos incidentes registrados durante la pasada noche en su poblado. Según los últimos partes médicos, los diminutos bichos azules evolucionan favorablemente pero tendrán que pasar varios días en observación.
Los graves incidentes comenzaron en plena madrugada cuando una cuadrilla de gnomos inició un botellón en las inmediaciones del poblado pitufo. “A medida que los gnomos se iban poniendo contentos y cogían el puntillo, iban creciendo los cánticos y los ruidos. Y era muy tarde ya. Queríamos dormir, que nosotros trabajamos”, cuenta un pitufo que no quiere identificarse.
Al parecer, los pitufos salieron de sus setas y recriminaron a los gnomos su incívico comportamiento. Los geniecillos, muy pasados ya de vuelta por el alcohol, hicieron caso omiso y empezaron a vomitar junto a las setas pitufas manchándolo todo. Fue en aquel preciso instante cuando la cosa se descontroló. Un pitufo se tomó la justicia por la mano y arrojó varias piedras contra los gnomos, que se pusieron muy farrucos y respondieron con un masivo lanzamiento de botellas de vidrio. “Fue terrible. El bosque se convirtió en un puñetero campo de batalla. Pitufos y gnomos se cascaban los unos a los otros con una violencia inusitada. De verdad que era verlo para creerlo. Con lo pacíficos que parecían por la tele, y vaya hostias que se pegaban”, cuenta un testigo de la trifulca.
El enfrentamiento se prolongó durante media hora y los peor parados fueron los pitufilllos. Los gnomos son “siete veces más fuertes” que los demás, como contaba la archifamosa canción de David el Gnomo, que también participó en la pelea. De hecho, varios testigos aseguran haber contemplado perplejos como el famoso David pisaba la cabeza de Papá Pitufo hasta dejarle casi inconsciente. Después siguió repartiendo mamporros a diestro y siniestro sin contemplaciones.
Gritos, alaridos, contusiones, dientes rotos, cantos volando, palos, insultos, golpes, chillidos… la violencia pudo causar males mayores de no haber sido por la intervención de los Osos Gummi, que pasaban por allí después de una dura jornada recolectando frutos para la fabricación de su jugo de Gommi-baya. Los simpáticos ositos trataron de intermediar en la pelea y, ante la insistencia de los contendientes por seguir zurrándose, terminaron llamando a la policía.
El Oficial Matute, primer agente en presentarse en el poblado pitufo, no logró poner freno a la batalla campal. Minutos después se requirió la presencia de las fuerzas especiales y los Hombres de Harrelson templaron los ánimos efectuando varios disparos al aire. “Si no llegan a avisarnos los Osos Gummi, la cosa podía haber llegado a mayores. Los gnomos estaban apaleando a los pitufos en su propia aldea y habían empezado a destrozar el mobiliario urbano”, relata el Oficial Matute aludiendo a las dos setas que los geniecillos de gorro puntiagudo derribaron a patadas.
Según diversas fuentes consultadas, los gnomos presentaban evidentes síntomas de embriaguez. A pesar de su tamaño, los diminutos seres se metieron entre pecho y espalda quince botellas de vodka, siete ‘litronas’, cuatro garrafones de ron y varios cartones de vino tinto peleón con Coca Cola.
Las autoridades temen represalias por parte de los pitufos, que se encuentran indignados y han clamado venganza. Seguiremos informando.
Agencias.
Cinco pitufos han sido ingresados en el Hospital Central con heridas de diversa índole tras los violentos incidentes registrados durante la pasada noche en su poblado. Según los últimos partes médicos, los diminutos bichos azules evolucionan favorablemente pero tendrán que pasar varios días en observación.
Los graves incidentes comenzaron en plena madrugada cuando una cuadrilla de gnomos inició un botellón en las inmediaciones del poblado pitufo. “A medida que los gnomos se iban poniendo contentos y cogían el puntillo, iban creciendo los cánticos y los ruidos. Y era muy tarde ya. Queríamos dormir, que nosotros trabajamos”, cuenta un pitufo que no quiere identificarse.
Al parecer, los pitufos salieron de sus setas y recriminaron a los gnomos su incívico comportamiento. Los geniecillos, muy pasados ya de vuelta por el alcohol, hicieron caso omiso y empezaron a vomitar junto a las setas pitufas manchándolo todo. Fue en aquel preciso instante cuando la cosa se descontroló. Un pitufo se tomó la justicia por la mano y arrojó varias piedras contra los gnomos, que se pusieron muy farrucos y respondieron con un masivo lanzamiento de botellas de vidrio. “Fue terrible. El bosque se convirtió en un puñetero campo de batalla. Pitufos y gnomos se cascaban los unos a los otros con una violencia inusitada. De verdad que era verlo para creerlo. Con lo pacíficos que parecían por la tele, y vaya hostias que se pegaban”, cuenta un testigo de la trifulca.
El enfrentamiento se prolongó durante media hora y los peor parados fueron los pitufilllos. Los gnomos son “siete veces más fuertes” que los demás, como contaba la archifamosa canción de David el Gnomo, que también participó en la pelea. De hecho, varios testigos aseguran haber contemplado perplejos como el famoso David pisaba la cabeza de Papá Pitufo hasta dejarle casi inconsciente. Después siguió repartiendo mamporros a diestro y siniestro sin contemplaciones.
Gritos, alaridos, contusiones, dientes rotos, cantos volando, palos, insultos, golpes, chillidos… la violencia pudo causar males mayores de no haber sido por la intervención de los Osos Gummi, que pasaban por allí después de una dura jornada recolectando frutos para la fabricación de su jugo de Gommi-baya. Los simpáticos ositos trataron de intermediar en la pelea y, ante la insistencia de los contendientes por seguir zurrándose, terminaron llamando a la policía.
El Oficial Matute, primer agente en presentarse en el poblado pitufo, no logró poner freno a la batalla campal. Minutos después se requirió la presencia de las fuerzas especiales y los Hombres de Harrelson templaron los ánimos efectuando varios disparos al aire. “Si no llegan a avisarnos los Osos Gummi, la cosa podía haber llegado a mayores. Los gnomos estaban apaleando a los pitufos en su propia aldea y habían empezado a destrozar el mobiliario urbano”, relata el Oficial Matute aludiendo a las dos setas que los geniecillos de gorro puntiagudo derribaron a patadas.
Según diversas fuentes consultadas, los gnomos presentaban evidentes síntomas de embriaguez. A pesar de su tamaño, los diminutos seres se metieron entre pecho y espalda quince botellas de vodka, siete ‘litronas’, cuatro garrafones de ron y varios cartones de vino tinto peleón con Coca Cola.
Las autoridades temen represalias por parte de los pitufos, que se encuentran indignados y han clamado venganza. Seguiremos informando.
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