lunes, 12 de julio de 2010

CAMPEOOOOOOOOOOOOOONEEEEEEESSSSSSSSSSSSS!!!

España Campeona del Mundo 2010

HOLANDA 0 – ESPAÑA 1
Holanda:
Stekelenburg; Van der Wiel, Heitinga, Mathijsen, Van Bronckhorst * (Braafheid, m.105); Van Bommel, De Jong (Van der Vaart, m.99); Robben ***, Sneijder **, Kuyt (Elia, m.71); y Van Persie.
España: Casillas ***; Sergio Ramos ***, Piqué ***, Puyol ***, Capdevila ***; Busquets ***, Xabi Alonso ***(Cesc ***, m.87), Pedro ***(Navas ***, m.60), Xavi ***, Iniesta *** y Villa ***(Fernando Torres ***, m.105).
Árbitro: Howard Webb (0). Sólo le sacó la roja a Heitinga en el minuto 109, aproximadamente una hora después de que los tulipanes merecieran quedarse con siete u ocho tíos.
Gol: 0-1, M.116: Iniesta de fuerte disparo cruzado a pase de Cesc. La leche.

La crónica de Sport Billy.
Campeones, campeones, oeeee, oeeee, oeeeeeee!!! Hay que estar al Loro, que esto a lo mejor no se vuelve a repetir en la puñetera vida. Pero que nos quiten lo bailado. Ahora lo podemos decir bien fuerte. Qué narices, lo podemos gritar y vociferar a los cuatro vientos. SOMOS CAMPEONES DEL MUNDO. Sí, no es un sueño, es verdad. Es real. Es cierto. No es ninguna coña. No es ninguna broma. No es ninguna quimera. No estamos soñando. No hace falta pellizcarnos. Que sí, que sí, que somos campeones.

Y no fue sencillo. Qué va, qué va, qué va. ¡Yo leo a Kierkegaard! No fue un partido de salir, pegar cuatro toques al balón, pim, pam y marcharse con la Copa bajo el brazo. No. Allí enfrente teníamos para poner las cosas difíciles a la Selección Nacional de los Países Bajos, o de los Bajos Fondos. Porque la madre del cordero la leña que pegaron. Los naranjitos parecía una cuadrilla de curas repartiendo hostias. De las que duelen, ¿eh? No se salvó ni el apuntador. Es más, estoy seguro de que aunque no lo viéramos, hasta al pobre Don Vicente Del Bosque estuvo a punto de recibir algún balonazo malintencionado por parte de alguno de los integrantes del equipo que ayer mereció terminar con tres o cuatro en la caseta antes del final de la contienda.

El colegiado Howard Webb estuvo para que le echaran a los leones. Es inglés, según parece, pero cada vez que los nuestros recibían un hostiazo se hacía el sueco con mucha facilidad. Para el recuerdo nos quedará la imagen de Jong tratando de emular al gran Bruce Lee con una patada de karateka sobre Xabi Alonso. Al de Tolosa fijo que le ha quedado un bonito tatuaje en el pecho de los tacos de la bota del susodicho bribón holandés.

Sobre el césped del Soccer City de Johannesburgo, la Selección de España fue la única que intentó poner el fútbol. Nuestros muchachos trataban de tocar el balón esquivando las duras entradas del rival y las ocasiones, aunque no tantas como hubiéramos deseado, empezaron a llegar. Un formidable testarazo de Sergio Ramos fue repelido por el meta naranjito y David Villa lanzó un balón al lateral de la portería que muchos cantaron como gol. Mi madre incluida, claro. Pero según avanzaban los minutos, la férrea defensa de Holanda y las patadas terminaron equilibrando el enfrentamiento. Faltaba fluidez y sobraban patadas y holandeses. Van Bommel pedía una tarjeta roja a gritos y Sneijder no hacía más que protestar. ¡Encima que daban se quejaban! Sólo faltaba poner el culo en pompa y agarrar la vas…

Para más huevos, Robben, que cada vez que agarraba el balón hacía que se nos pusieran los cataplines de corbata, encaró nuestra portería un par de veces teniendo que hacer acto de presencia El Santo. No, Roger Moore, no. San Iker Casillas y viva la madre que le parió. Todavía no sé cómo lo hizo pero logró desbaratar un par de goles cantados para los tulipanes. Pero lo hizo. Ole, ole y ole.

Entraron Navas y Cesc en la segunda parte. El esférico era nuestro, pero el gol no llegaba. Los minutos pasaban, el reloj no perdonaba y España casi agradecía que se llegara la prórroga. Hubiera sido un putadón encajar un gol en el minuto 88 o 90. ¿Tanto nadar para ahogarse en la orilla? Mejor treinta minutos extras para decidir la Finalísima. Pero el cansancio hacía mella. Robben sacaba la lengua como si ya no pudiera con el alma. Pero entre los nuestros también pesaban las piernas. Villa, que había peleado demasiado solo en la punta a lo Rambo en la jungla de Vietnam, cedió su puesto de ariete a un Fernando Torres algo desentonado. Quizás Llorente hubiera aportado algo más. Pero bueno, no nos vamos a poner tiquismiquis.

El caso es que más de uno se temía que el desenlace llegara en la puñetera lotería de los penaltis, algo muy malo para los que sufrimos de los nervios. Cesc se plantó con un balón delante de la portería pero no acertó y alguno se acordó de la de Salinas en USA 94. Heitinga fue expulsado en el minuto 109. Por fin un naranjito se marchaba a los vestuarios.

Y llegó el minuto 116. Un balón de Torres acaba en los pies de Cesc. El del Arsenal ve a Iniesta entrando por la derecha y le mete un pase de gol que el manchego no desaprovecha. Derechazo cruzado y para dentro. TOMA GEROMA PASTILLAS DE GOMA. GOOOOOOOOOOOOOOOOOLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLL!!!!!!

Tras el pitido final, la euforia se desata. Albricias. Alegría, alegría. Casillas lloraba como un niño, Sergio Ramos se acordaba de Antonio Puerta e Iniesta de Dani Jarque. La victoria también va para ellos, claro que sí. Holanda recogía sus medallas de subcampeones y a continuación los nuestros subían al palco para recoger… LA COPA DEL MUNDO. A pesar de lo que repartieron, los de Nederland, eso sí, tuvieron un precioso gesto final haciendo el pasillo a los campeones. Y luego las fotos, la vuelta de honor, la euforia y el júbilo sobre el terreno de juego, en las gradas y en las calles de todo el país. Los jugadores lo celebraron por todo lo alto y el gran Casillas, con un par de huevos, le plantó un beso a su novia, Sara Carbonero, en directo y en plena entrevista. Sencillamente genial. Así se gana un Mundial. Y el cariño de millones de personas. He dicho.

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