viernes, 31 de agosto de 2012

LA CENICIENTA, BORRACHA A LA SALIDA DE UNA CONOCIDA DISCOTECA

La joven perdió un zapato y las bragas a lo largo de la pasada madrugada

Amy Amanda Allen.
La famosa Cenicienta ha sido encontrada esta mañana en estado ebrio a las puertas de una conocida discoteca. La joven, que no se tenía en pie, tuvo que ser atendida por efectivos del SAMUR debido a los clamorosos síntomas de embriaguez que le llevaron a permanecer a la intemperie durante horas, sobre el suelo y envuelta en los restos de alcohol que ella misma había regurgitado.

Al parecer, y según recogen las pesquisas recogidas por Hay que estar al Loro, Cenicienta había perdido un zapato y la parte inferior de su ropa íntima, aunque la policía confirma que, afortunadamente, no fue objeto de ningún tipo de acceso carnal en contra de su voluntad.

Todo apunta a que la muchacha se desmadró un poco durante la fiesta que se celebró en la discoteca durante la pasada noche. A pesar de la oposición de su Madrastra, que no la dejaba acudir al evento festivo organizado por el Príncipe de Beukelaer, la joven se presentó en el local con un atuendo de lo más sugerente que fue de lo más comentado de la noche. “Estuvo toda la noche perreando por ahí”, comenta una de sus dos hermanastras, que también acudieron al sarao, aunque no se comieron ni un rosco. “Se comportó como una mala pécora, provocando a todos los hombres. No sé que le verían a ella que no tengamos nosotras”, afirma la segunda hermanastra, fea de cojones, evidenciando una envidia cochina de dimensiones colosales.

El caso es que el público masculino presente en la velada trató de ganarse el interés de Cenicienta a base de una copa tras otra, lo cual prueba la causa que llevara a la joven a agarrar una melopea de campeonato. El Príncipe Harry, que no se pierde una de éstas, fue testigo directo de lo que pasó y ha tenido a bien atender nuestra llamada. “Traté de arrimarle cebolleta a la Cenicienta, pero mi amigo el Príncipe de Beukelaer abortó mis intenciones y me comentó que se había quedado tan prendado de la chiquilla que quería casarse con ella”, relata Harry. “Me dio unas galletas de chocolate para que me las comiera en la barra y le fue a tirar los tejos. Se acercó a ella y la pidió un baile. Pero Cenicienta presentaba ya problemas evidentes a la hora de mantener el equilibrio. Se agarró como pudo a los brazos de Beukelaer, sin soltar una botella de güisqui, y trataron de seguir el ritmo acto del reggaetón”, describe el príncipe británico. “Sin embargo, la moza estaba muy borracha. Beukelaer tuvo que desistir y dejar que Cenicienta abandonara la pista, haciendo eses, para ir a sentarse. No la volvimos a ver en toda la noche”, concluye Harry.

De lo que sucedió después hemos debido informarnos a través de la Policía, que reconstruyó los hechos gracias a las grabaciones de varias cámaras de seguridad. “A eso de las cuatro de la mañana, la Cenicienta se levantó como pudo de su silla y echó la pota, ahuyentando a todos los moscones que estaban a su alrededor. A continuación se dirigió a la puerta trasera de la discoteca y se tropezó en las escaleras, dejándose un zapato. Se arrastró unos metros por un callejón y se quedó allí tirada varias horas vomitando y durmiendo la mona”, relata el Comandante Eric Lassard, portavoz de la Academia de Policía. “A primera hora de la mañana, una patrulla la encontró y trató de despertarla. La Cenicienta tenía una resaca de tres pares de cojones y no paraba de preguntar qué hora era. Aseguraba que tenía que llegar a casa antes de las doces de la noche. Obviamente, iba con algo de retraso. Los agentes dieron el aviso al SAMUR para que la chica fuera atendida y se la trasladó a un centro médico para efectuar un chequeo”, advierte el portavoz. “El grado de embriaguez de la muchacha era tan elevado que no dejaba de hablar de un hada, de calabazas que se convertían en carruajes y fantasías de corte similar”, detalla el Comandante Lassard.

Según ha podido corroborar Hay que estar al Loro, la Cenicienta ya se encuentra en casa de su Madrastra, que asegura que va a castigar a la joven encadenándola “con grilletes a pan y agua” durante “un mes” sin salir de casa. Sus hermanastras aseguran que se lo merece “por zorra”. Pobrecilla. Le va a costar cara la noche a Cenicienta.

ÚLTIMA HORA.
Según un teletipo urgente de la Agencia FOFA, el Príncipe de Beukelaer ha encontrado a La Cenicienta siguiendo el rastro del zapato que había perdido y le ha pedido matrimonio. Según recoge la nota, Cenicienta ha aceptado. El enlace tendrá lugar el próximo sábado, para berrinche de las hermanastras de la prometida, que deseaban ‘cazar’ al multimillonario Príncipe de las Galletas. Desde Hay que estar al Loro felicitamos a la pareja y esperamos que las hermanastras y la Madrastra no se ahoguen en su propia bilis.

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